Cuando el calor aprieta y las playas se llenan hasta la bandera, cada vez más personas optan por huir a la montaña. El silencio, el aire puro y los paisajes verdes se convierten en la mejor medicina contra el estrés urbano. Si este año quieres algo diferente, aquí tienes cinco destinos de montaña para desconectar este verano que no son los de siempre. Olvídate de los lugares masificados y atrévete a descubrir joyas escondidas entre cumbres, valles y bosques.
1. Verano en el Valle de Arán (Lleida, Cataluña)
Aunque es más conocido por sus pistas de esquí, el verano en el Valle de Arán tiene un encanto especial que muy pocos conocen. Durante los meses estivales, el valle se transforma en un paraíso verde salpicado de pueblos con arquitectura pirenaica, rutas de senderismo junto a ríos cristalinos y cascadas escondidas.
Además, su clima fresco y sus paisajes de alta montaña lo convierten en un destino ideal para quienes buscan tranquilidad. Y si buscas comodidad, hay una excelente oferta de alojamientos en Baqueira, perfectos para disfrutar del entorno con todas las comodidades. Desde apartamentos modernos hasta hoteles rurales con encanto, encontrarás opciones para todos los gustos.
2. Sierra de Gata (Extremadura)
Extremadura es una gran desconocida para el turismo de montaña, pero la Sierra de Gata es un tesoro oculto. Esta zona combina bosques frondosos, pueblos medievales como Trevejo o San Martín de Trevejo, y rutas naturales que parecen sacadas de un cuento.
Aquí el turismo es lento, auténtico y muy local. No hay masificaciones, y puedes bañarte en pozas naturales, caminar entre castaños centenarios y saborear una gastronomía casera y deliciosa. Ideal para quienes buscan desconectar de verdad.
3. Valle de Tena (Huesca, Aragón)
En pleno Pirineo aragonés, el Valle de Tena es una opción menos concurrida que otros destinos de la zona. Sus paisajes montañosos, lagos glaciares y bosques infinitos lo convierten en un paraíso para senderistas y amantes de la naturaleza.
Pueblos como Panticosa o Sallent de Gállego son ideales para establecer tu base y explorar rutas como la del Ibón de Piedrafita o el Balneario de Panticosa. Además, la oferta de alojamientos rurales y actividades al aire libre es amplia y variada.
4. Serra do Courel (Lugo, Galicia)
Si buscas un lugar realmente alejado de todo, la Serra do Courel es tu sitio. En el corazón de Lugo, este macizo montañoso ofrece paisajes únicos, con frondosos bosques autóctonos, cuevas milenarias y aldeas perdidas donde el tiempo parece haberse detenido.
La desconexión aquí es total. No hay grandes centros turísticos, solo naturaleza, silencio y autenticidad. Ideal para los que buscan caminar, respirar y reconectar con lo esencial.
5. Montes de León (Castilla y León)
En el noroeste de Castilla y León, los Montes de León son un destino poco conocido que sorprende por su diversidad. Aquí puedes encontrar rutas de senderismo como la del Valle del Silencio, paisajes escarpados, monasterios escondidos y pueblos como Peñalba de Santiago, declarado uno de los más bonitos de España.
La tranquilidad está garantizada y, además, puedes combinar naturaleza con cultura y gastronomía. Un destino perfecto para quienes quieren algo diferente sin renunciar a la comodidad.
¿Por qué elegir la montaña este verano?
Además de escapar del calor y las multitudes, los destinos de montaña para desconectar ofrecen beneficios únicos: menos estrés, más contacto con la naturaleza, experiencias auténticas y una gran variedad de actividades al aire libre.
Este verano en el Valle de Arán, por ejemplo, es una oportunidad ideal para descubrir un destino que lo tiene todo: rutas espectaculares, pueblos con historia y una excelente red de alojamientos en Baqueira, adaptados a todo tipo de viajeros.